top of page
Buscar

La La Land es ARTE.

  • Foto del escritor: Guille Reviewer
    Guille Reviewer
  • 14 sept 2020
  • 5 Min. de lectura

El arte, en su definición más general se trata de una actividad en la que el hombre recrea, con una finalidad estética, un aspecto de la realidad o un sentimiento en formas bellas valiéndose de la materia, la imagen o el sonido. Dentro del arte podemos encontrar diferentes subcategorías como la pintura, la escultura o la literatura. Pero hoy estamos aquí para hablar sobre seguramente, las dos artes más importantes, el cine y la música, y como cuando se juntan pueden crear una de las obras más estéticas, emocionantes y únicas del siglo, La La Land.


Siempre había oído hablar sobre esta película, llegando a escuchar maravillas sobre ella y cientos de recomendaciones dando a entender que era de visionado obligado. Cuando me dispuse a verla, solo empezarla ya me di cuenta de que ese día iba a ver algo diferente, que iba a ser una de esas obras que hacen mella en ti y consiguen dejarte con la boca abierta tras acabarla.


La La Land nos narra la historia de dos jóvenes amantes del arte. Él, Sebastian, sueña con abrir su propio local de Jazz, mientras ella, Mia, lucha para convertirse en actriz. Los dos tienen diferentes encuentros inesperados donde se dan cuenta de que entre ellos hay química, y dan comienzo a una historia de amor llena de música, color y vida.


Al ser la obra de Chazelle tan única y con tantos detalles imposibles de pasar por alto, se me es muy complicado hacer este escrito sin incluir spoilers. Así que, con la mano en el corazón, os pido que vayáis a ver la película y después volváis aquí para «disfrutar», si se puede decir así, de mi análisis.



Como en su día con el Western o el cine negro, parecía que la sentencia estaba escrita para el musical como género cinematográfico. Pero hubo un hombre, Damien Chazelle, que se arriesgó y decidió darle una nueva oportunidad.

Si has visto su otra gran obra, Whiplash, te imaginas que La La Land va a ser dramática, cruda y amarga. Pero a sorpresa de todos consigue crear una atmosfera única, llena de vida y acompañada de una fotografía y una banda sonora exquisita y terriblemente envidiable.

Cada canción es memorable y a la vez perfecta para la escena en la que aparece, conectado cronológicamente cada una de ella para crear una historia de amor y desamor, acompañada de unos escenarios y un uso perfecto de la fotografía, con planos, escenas y tomas las cuales cada una de ellas dan para fondo de pantalla.


Nunca he sido muy fan de los filmes de romance. Me parecen todos muy artificiales. La mayoría tienen un argumento vacío, en el que se cuentan historias que sobrepasan la ficción para conducirte a finales felices que nada tienen que ver con la realidad.

Pero eso no es lo único que no me gusta de este género. Lo que más detesto es sus personajes, sobre todo los femeninos, los cuales son totalmente planos, sumisos y sin trasfondo narrativo.

Esta técnica narrativa es utilizada por el autor para que las mujeres que ven esas obras se identifiquen con la protagonista y llenen con fantasías esos agujero de guion que el director o autor deja.

Pero con esta obra es diferente, cada uno de sus protagonistas tiene su propia historia y no necesitan de nadie para desarrollarla.

Y no solo eso, reconstruyen y deconstruyen el mismo género del romance. Le dan un revolcón al concepto de final feliz, y mientras tú ríes y bailas al mismo tiempo que los personajes, la obra te da un golpe de realidad y te planta los pies en la tierra para que te des cuenta de que dentro de la fantasía no todo son alegrías.


Y aunque creáis que no, a veces es bueno contar una historia verdadera, porque al final todas las obras románticas impregnan en ti una falsa idea del amor e influyen en tus ilusiones de cara al mismo.

Y no solo te muestra un lirismo creíble, La La Land es un homenaje, un homenaje, al arte, y como hemos dicho, concretamente a la música y al cine.

No sé mucho de música hablando en términos profesionales o con formación detrás, por lo tanto no sé si con las canciones de la obra rememoran a otros musicales u otras piezas.

Pero al ser amante del séptimo arte he visto algún que otro guiño y referencia a clásicos de Hollywood, entre ellos al filme de James Dean, Rebelde Sin Causa o a la inmortal Casablanca. Siendo estas las referencias más claras dentro de otras más difíciles de captar.



Y si pongo énfasis en esto es para dar a entender que hay esperanza. En un cine totalmente industrializado, en el que importa más generar que crear, Hollywood se está convirtiendo en poco más que una empresa que vende productos.

Pero dentro de este capitalizado mundo hay chispas, directores con vocación que quieren transmitir. Porque al fin y al cabo, el cine es un arte, y lo que busca el arte es transmitir y hacer sentir.


Damien Chazelle con La La Land me hace recordar porque soy cinéfilo y porque amo el séptimo arte.

La obra es cálida, bien contada y nada empalagosa. Pero sobre todo es creíble.

El filme tiene, ritmo, y no solo musical. Esta muy bien dirigida, es muy dinámica y en ningún momento se te hace aburrida.

Los escenarios no solo son brutales visualmente hablando, sino que también conectan muy bien entre ellos para hacer cortes de escena naturales y poco artificiales.




Pero tampoco estoy aquí para hacer un análisis técnico de la película. Ya que La La Land es mucho más que una buena producción audiovisual.

Des de ya la obra de Chazelle se ha convertido en una de mis favoritas, ya que ha conseguido lo que muy pocas otras cintas han conseguido, cautivarme.

Cuando una película me gusta mucho me mantiene en vilo, y aunque parezca raro, no me deja dormir, porque pienso y reflexiono sobre lo que acabo de ver. Y esto mismo me pasó con la obra protagonizada por Ryan Gosling y Emma Stone.

Los cuales se comen la pantalla. Sus actuaciones son de cátedra y hacen a sus personajes creíbles y muy realistas. Ves química real entre ellos, y llegas a empatizar. Te preocupas de lo que les pasa, sufres sus decepciones y celebras sus objetivos cumplidos.


Pero cuando llega ese final, todo decae.

Al acabar otoño, ves que han pasado 5 años, y tienes esperanza de que los dos protagonistas se hayan reencontrado, pero la obra te da una bofetada de realidad.

Y eso, tampoco es malo, como he dicho los finales felices ya aburren. Y esas miradas finales entre Mia y Sebastian me emocionan mucho más que cualquier final en el que los dos acaban juntos. Porque aunque estén separados, los dos consiguen sus objetivos, y como se dicen antes de partir hacia sus sueños, siempre se van a querer.


La La Land es un homenaje al cine. Y es uno de esos destellos de esperanza dentro de este chamuscado medio, el cual cada vez está renaciendo más, gracias a estos directores que quieren mostrar y crear con una finalidad estética.

Porque, como he dicho, el arte es recrear una actividad con una finalidad estética. Y La La Land, es ARTE.



 
 
 

Comments


Publicar: Blog2_Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn

©2020 por lasopinionesdeguille. Creada con Wix.com

bottom of page