Cómo el ANIME cambió mi VIDA.
- Guille Reviewer
- 12 oct 2021
- 4 Min. de lectura
Siempre he sido un chico simple y normal, con una vida sencilla, monótona y con pocos altibajos.
He tenido una infancia buena, mi familia me educó en unos valores y una ética que a día de hoy sigo manteniendo. Gracias a mi madre y mi abuelo, hoy soy la persona que soy, y estoy orgulloso de ello.
A parte de mi familia, los amigos han sido el segundo gran pilar de mi vida. Todo lo que no podía hablar con mi familia lo hacía con ellos, y se han convertido en mi psicólogo particular, al cuál se al 100% que siempre puedo ir.
He tenido otras pasiones como el fútbol, el cine o los videojuegos. Pero ninguno de ellos era una fuente de soporte tan grande como mi amistad o familiares.
Pero todo esto cambió hace 3 veranos, cuando mi yo adolescente decidió de manera totalmente aleatoria empezar una obra que iba a cambiar mi modo de ver el mundo, de comprenderlo y de vivirlo.
Mi vida cambió cuando empecé Neon Genesis Evangelion. Mi vida dio una vuelta de 360 grados cuando descubrí el que es a día de hoy mi gran pasión, el mundo del anime.
Vivo mucho las cosas, si algo de verdad me gusta le entrego toda mi pasión, toda mi verdadera naturaleza y baso toda mi felicidad en ello. Como he dicho, me pasó con el fútbol, con el cine y también con los videojuegos. Pero nunca, nunca he conectado tanto con un hobbie como lo he hecho con el anime.
Todo empezó con Evangelion, la cuál vi por su primicia y su animación. Nunca con el objetivo de encontrar delante de mis ojos una obra tan madura, profunda y reflexiva.
Seguramente hice el cambio de la vida adolescente a adulta gracias a este anime.
Neon Genesis Evangelion cambió mi modo de ver la vida. Antes, nunca había reflexionado sobre quién era, a donde iba o cuál era mi propósito y objetivo en este mundo, pero la obra de Hideaki Anno lo cambió absolutamente todo.
Y este fue sólo el principio, a partir de aquí me puse a ver más y más animes. Fullmetal Alchemist, Hunter x Hunter, Shingeki No Kyojin...
Muchas de estas son mis obras favoritas. No me marcaron a los niveles que lo hicieron Evangelion, pero en ellas encontré una vía de escape para evadir la realidad.
Cuando estaba triste, enfurecido o simplemente aburrido encontraba en el anime una solución rápida para olvidarme de todos los problemas que me sucedían.
Y todo esto se magnificó durante la pandemia del coronavirus.
Durante la cuarentena alcance mi abismo. Nunca he tenido pensamientos suicidas ni se me ha pasado nunca por la cabeza cometer una locura.
Pero se podría decir que durante el cautiverio por el covid perdí las ganas de vivir. No encontraba salida en el pozo en el que me encontraba y cada vez la luz de la esperanza se desvanecía más.
Me odiaba, me odiaba a mi mismo por estar de esta manera, ya que realmente no tenía motivos para estarlo. Tenía una familia que me apoyaba y unos amigos de 10. Todo en mi alrededor me decía a gritos que no tenía que estar así, pero yo no podía.
Y cuando parecía que empezaba a levantar cabeza, la vida me dio motivos para volver a caer. Mi familia se rompió y la persona a la que más quería en esta vida se fue.
Veía poco a mis amigos por todo el tema de la pandemia, y no tenía a nadie con quién desahogarme. Twitter se convirtió en mi vía de escape, pero ni de lejos me ayudaba a sentirme mejor. Yo mismo me decía que a la larga iba a estar mejor, pero sabia que tenia que pasar por el infierno para poder ver la luz, y así lo hice.
Pero este infierno fue mas llevadero gracias al anime. Encontré obras que no solo me ayudaban a evadir la realidad, también me daban mensajes que me impulsaban a continuar y no decaer en el intento.
En Berserk, el mensaje de seguir hacia adelante cueste lo que cueste hizo huella en mi. Y a día de hoy, es de las obras que más me han marcado nunca,
Después de Berserk tuve un vació existencial terrible y no sabia que ver o leer. Hasta que el 16 de junio de este año escogí la mejor decisión que he tomado en 20 años de vida. Empezar la que es a día de hoy, la mejor obra de ficción que he visto / leído nunca, One Piece.
He dicho anteriormente que había obras que me marcaban y otras que simplemente me ayudaban a sobrellevar mis emociones. One Piece consiguió hacer las dos cosas.
Este verano ha sido una completa odisea, más de mil capítulos de una obra que me sorprendía día a día, llorando a través de sus páginas, sus diálogos, sus personajes, sus historias y sobre todo sus mensajes.
Estoy completamente obsesionado con esta obra, porque me ha salvado. Eiichiro Oda ha sido el hombre que me ha ayudado a salir del pozo. Monkey D. Luffy, Vinsmoke Sanji, Nico Robin, Portgas D. Ace, ellos y muchos otros personajes han dejado huella en mi. Me veía reflejado en muchos de ellos, y verlos salir adelante me motivaron a también hacerlo.
Porque al fin y al cabo, mi abuelo falleció, pero como el Dr. Hiruluk decía, una persona muere cuando es olvidada. Y a él nunca lo voy a olvidar.
Y como Jaguar D. Saul le decía a Robin, vivir no es un crimen, y nadie nace completamente solo en este mundo. Sólo hay que ver a tu alrededor y te darás cuenta que hay mucha gente a la que le importas y que estarán ahí siempre que lo necesites.
Poco a poco voy dejando todos mis pensamientos negativos de lado para centrarme en las cosas que realmente importan.
Parecerá una tontería, pero hoy en día una de mis motivaciones para seguir viviendo es descubrir que es el One Piece y poder ver el desenlace de la que es a día de hoy la obra de mi vida.
Vivid, gritad a pleno pulmón que queréis vivir. Porque si yo he aprendido que la vida puede ser maravillosa, vosotros también. Nadie en este mundo es perfecto, y no creo que nadie haya descubierto la felicidad eterna. Pero de eso tampoco se trata el se feliz.
Disfrutad cada momento como si fuera el último, pasad todo el tiempo que podáis con vuestra familia y amigos, porque nunca sabréis cuando pueden irse. Exprimid al máximo esos momentos que de verdad os hacen feliz, y sobre todo, haced felices a la gente que os rodea, porque estoy seguro que os lo devolverán.
Vivid.
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